Ricardo López Murphy explica que es importante la participación política de los jóvenes, pero manifiesta que es necesario evitar que sea artificial y que las pretensiones no sean solamente para acceder al presupuesto o conseguir privilegios. Asimismo, afirma que según una vieja concepción liberal, el poder depende de los ciudadanos, mujeres y hombres, que tomarán esa responsabilidad y que el verdadero aporte a la política es generar en la conciencia ciudadana mecanismos de control que obliguen a los políticos, candidatos o representantes, a que sean personas de la mejor calidad moral e intelectual. También, plantea que dentro de ese pensamiento está la voluntad de escuchar otras voces, predisposición al debate y a contraponer los puntos de vista, así como la idea de que todas las verdades son refutables. Finalmente, refiere que ser ciudadano activo demanda transparencia, preparación e integridad.