Fernando Menéndez explica que aun en la actualidad existen tendencias cosmológicas que imponen principios y prácticas que pretenden unificar todo bajo un mando central y que algunos promotores de la libertad siguen empleando técnicas que se enseñaban en el escolasticismo, sin tomar en consideración que hoy día la sociedad emergente exige pensamiento crítico, autonomía e iniciativa personal. Asimismo, afirma que la revolución en la educación sucede cuando se enseña desde la perspectiva del estudiante y el método que emplea llega a la meta principal, lo cual integra diversos estilos que permitan a éste aprender de diferentes maneras, de acuerdo con sus preferencias; manifiesta que el verdadero contraste no se encuentra entre la lectura y el diálogo sino en descubrir de quién y para quién es la enseñanza y que el mejor aprendizaje se halla buscando mejores métodos, principios y prácticas, donde el estudiante, encuentra las respuestas a través de la investigación o del análisis.