El Club del Terror presenta: Historias para no creer

Favio Mazariegos  | 25 de noviembre de 2020  | Vistas: 758

Los anaqueles llenos de libros de la Biblioteca Ludwig von Mises, fueron el escenario perfecto para las historias narradas por Carlos Zeceña. La nueva edición del Club del Terror, no contiene las leyendas clásicas de La Llorona o El Sombrerón, sino relatos de otros sucesos inexplicables que se amalgaman con la historia de Guatemala y con el misterio que rodea al viernes 13.

Karla Juárez, organizadora del evento, dio la bienvenida a la audiencia desde el puente que está sobre la laguna de la biblioteca y relató cómo se dio el surgimiento de este club, ella mencionó que ese lugar, era el que un grupo de amigos usaba para contarse las mejores historias de suspenso, luego decidieron hacerlo una tradición de cada viernes 13 y así es como hoy disfrutamos de El Club del Terror.

En Europa del Este y en Estados Unidos, se registran muchos casos de triscaidecafobia, que es el miedo al viernes 13”. — Carlos Zeceña.

Carlos inició recordando que a nivel mundial, el viernes 13 tiene connotaciones de peligro, en ese día se han suscitado muchos accidentes y naufragios; también relató la historia de una mujer que a principios del siglo XVIII, estaba presa en la cárcel del Valle de Panchoy o Santiago de los Caballeros y en una noche de lluvia, el guardia la vio dibujar con una tiza, un barco y nunca la volvieron a ver, pero ella había dicho que volvería.

Los viernes 13 tienen muchas casualidades o causalidades, juzguen ustedes”. — Carlos Zeceña.

Ya en tiempos de la presidencia de Rafael Carrera, apareció en el Barrio San José de la Nueva Guatemala de la Asunción, una anciana decrépita con características y formas de operar, muy parecidas a las de aquella mujer que desapareció en la cárcel. Le avisaron al entonces Presidente y él no creyó nada; luego, habitantes de aquel barrio le volvieron a advertir que la anciana había entrado a una casa y la estaban vigilando. Al tener muchas denuncias que la acusaban de hechicera, llegó la guardia a irrumpir en la casa y todo lo que encontraron fue agua y una tiza; naciendo así, la famosa leyenda de La Tatuana.

Los fantasmas, entes o aparecidos no salen sólo de noche, lo que pasa es que en el día no los notamos por nuestra vida agitada”. — Carlos Zeceña

Entre las historias que relató Carlos encontramos cerros encantados, una señora carbonera del Barrio San Sebastián, fantasmas y otros entes que te mantendrán con la atención puesta en la pantalla. Por último, tres invitados tuvieron la oportunidad de contar sus historias a la audiencia virtual, para cerrar de la mejor manera el evento.

Te invitamos a ver la colección de videos de este fascinante club en la página de New Media.