Libertad y responsabilidad

New Media UFM  | 24 de enero de 2023  | Vistas: 206

En este video, el expositor Gabriel Zanotti explora la relación entre estos dos conceptos, libertad y responsabilidad, desde una perspectiva filosófica y moral. Así, la charla comienza con el análisis de la idea de un “orden natural”, bajo el pensamiento de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, en la que todos los seres vivos actúan de acuerdo con su naturaleza intrínseca. Sin embargo, en los seres humanos, este orden se ve alterado por un tercer aspecto: el libre albedrío, lo que introduce la complejidad de la que consta la responsabilidad moral. De esta forma, Zanotti aclara que la libertad humana no determina lo que es moralmente correcto o incorrecto, pero sí es una condición esencial para que una persona pueda ser considerada un sujeto moral que se responsabiliza de sus acciones. Este punto resalta la dignidad humana y la carga que conlleva ser el dueño de su propio destino, puesto que este hecho requiere que la toma de decisiones esté alineada con la verdadera naturaleza del individuo.

El deber tiene también que ver con el deber ante el otro”. — Gabriel Zanotti

Gabriel Zanotti también reflexiona sobre cómo la responsabilidad moral está relacionada con la autenticidad de la existencia humana. Así, el hecho de que una persona asuma la responsabilidad de sus acciones, incluso si estas traen consecuencias negativas y provocan situaciones difíciles, causa que él o ella se convierta en el verdadero dueño de su destino. Por lo tanto, se afirma que la madurez moral no consiste en obedecer órdenes o actuar por miedo al castigo, sino en tomar decisiones conscientes y libres, pero teniendo en cuenta que estas deben estar en sintonía con la vocación y dignidad de cada individuo. Para ilustrar este punto, Zanotti propone un ejemplo: un robot que se rehúsa a matar tras adquirir conciencia propia, puesto que ahora reconoce la importancia de asumir responsabilidades por convicción personal, y no por imposiciones e influencias externas.

La madurez consiste en salir y tomar en nuestras manos la responsabilidad de nuestra existencia”. — Gabriel Zanotti

A lo largo de la charla se abre un contexto relacionado a la libertad política, y Zanotti discute cómo una sociedad verdaderamente libre requiere que sus ciudadanos sean conscientes de sus derechos individuales y de su responsabilidad moral. Sin embargo, el expositor también reconoce que esta madurez moral no es alcanzada por la mayoría de personas, lo que puede llevar a la masificación y al surgimiento de regímenes autoritarios que no respeten los valores morales o que pretenden imponer aquellos que no aportan en la moral del individuo. Así, en un sistema de esta índole, las personas alienadas se comportan como niños que van a depender exclusivamente de una figura paterna autoritaria, lo cual es un factor clave para dar lugar a la consolidación de un poder autoritario. 

El orador menciona un concepto desarrollado originalmente por Hannah Arendt, “banalidad del mal”, que ilustra cómo una obediencia ciega y la falta de crítica pueden llevar a la perpetuación del mal dentro de una sociedad que aún no cuenta con una moral estable entre sus individuos. Este ejemplo, a su vez, afirma que el mal puede ser perpetrado no solo por sujetos con malas intenciones, sino también por personas comunes que actúan sin cuestionar la moralidad de sus acciones y que, por lo tanto, se convierten en cómplices de actos que atentan contra el bien común. 

El libre albedrío no determina lo que está bien o lo que está mal desde el punto de vista moral”. — Gabriel Zanotti

Por último, se aborda el conflicto entre la planificación centralizada y una responsabilidad individual, destacando cómo la planificación de todas las actividades humanas conduce a una sociedad de individuos que trabajen en función a los valores morales previamente establecidos o difundidos. Asimismo, Zanotti concluye que una sociedad libre y responsable debe proteger la esfera de intimidad de las personas, y garantizar que sus derechos individuales no sean violados o alterados por el Estado, de modo que se fomente una relación de respeto mutuo y ayuda voluntaria entre sus ciudadanos.