Gregorio Villacorta relata un acontecimiento relevante que sucedió después de la Revolución del 20 de Octubre de 1944, en el que fue asesinado en el puente La Gloria de Amatitlán Francisco Javier Arana Castro, uno de los principales protagonistas que integró la Junta de Gobierno, a quien define como el verdadero soldado del pueblo por sus méritos y trayectoria dentro de Ejército de Guatemala, donde se inició desde muy joven.

También, menciona antecedentes y otros hechos posteriores del papel que jugaron diversos personajes de la política guatemalteca que intervinieron en dicho movimiento revolucionario, del que surgieron líneas conspirativas, tanto de derecha como de izquierda, que proponían a sus candidatos, situación que daba lugar a disputas entre partidos que luchaban por llevarlos a la presidencia de Guatemala, la cual ocuparon en sus respectivos períodos Juan José Arévalo Bermejo (1945-1951) y Juan Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954).

Finalmente, refiere que es importante investigar la historia para poder tener un criterio propio porque muchas veces no es como la cuentan.