Carlos Sabino, en una narración biográfica ideológica, como le llama a su obra Todos nos equivocamos, comparte experiencias acerca de sus inquietudes de izquierda a partir de los 16 años de edad. Pese a que el autor proviene de una familia en contra de la dictadura de Juan Domingo Perón en Argentina, su país natal, crece con la romántica y quijotesca idea de cambiar el mundo, de establecer una sociedad más justa que se interese por la lucha de las clases sociales. Vive más de 30 años en Venezuela, donde busca nuevas ideas intelectuales; a través de la profesión de sociólogo, estudia y observa el comportamiento humano y en su madurez descubre que el socialismo no es más que un sistema de explotación, una nueva forma de dictadura, y que toda verdad humana es incompleta y falible. Por medio de estas interesantes anécdotas, Sabino manifiesta su búsqueda ideológica y el giro de su pensamiento para apoyar al capitalismo, un sistema social que considera más justo y equitativo.