El jade tenía un significado muy especial para las culturas maya y azteca, relacionado con la creación; Brigitte Kovacevich presenta un estudio realizado en Cancuen, sitio arqueológico importante de Guatemala, ubicado en el Petén, donde se desarrolló tecnología para trabajar el mismo con destreza y perfección. Los hallazgos evidencian que los procesos de producción del jade estaban controlados por las élites para legitimar su poder, pero también participaban en esa actividad personas de la comunidad. Asimismo, comenta que los productos se utilizaban en actividades ceremoniales en donde se ofrecían como ofrendas a los dioses, a los antepasados o eran utilizados como artículos de uso personal, intercambio comercial, decorativos o regalo. Marcel Mauss en su trabajo The Gift, hace importantes observaciones con respecto al significado del obsequio en el mundo maya y Barbara Mills también ofrece valiosos aportes en su trabajo Características de los objetos inalienables. Kovacevich comenta que el obsequio de jade entre los antiguos mayas representaba la identidad de la persona que lo elaboraba o comunidad a la que pertenecía y  menciona otros aspectos importantes relacionados con la manufactura y uso de este preciado material.