Antón Toursinov habla de las dos primeras revoluciones rusas iniciadas por movimientos insurreccionales de campesinos y obreros quienes proclamaban la abolición de la dinastía Romanov por sus políticas de injusticia y participación en la guerra de Japón y Primera Guerra Mundial; pedían la reforma nacional para mejorar las condiciones de trabajo, distribución de la tierra no cultivada y establecimiento de una monarquía parlamentaria inglesa que los favoreciera. Además, manifestaban descontento por la obligatoriedad del servicio militar, de 25 años de duración, que reducía cada vez más a la población masculina. 

Explica que en 1916 el país recuperó la economía, pero que en 1917 se produjo en Moscú y San Petersburgo un colapso económico que provocó huelgas, racionamientos de comida y represión del zar contra los insurrectos, la cual anuló la Duma y le redujo los poderes. Asimismo, refiere que se instaló un gobierno provisional y que paralelamente tomaron el poder los soviets (consejos de obreros, soldados y campesinos quienes proponían reformas sociales). También, menciona el papel que jugó Vladímir Ilich Uliánov (Lenin) en establecer los principios del movimiento de la Revolución de octubre o bolchevique, así como fines y consecuencias del mismo. Finalmente, menciona sucesos ocurridos en 1919 de expropiación, fuga de intelectuales, instalación del régimen dictadura del proletariado propuesto por Karl Heinrich Marx y formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), así como cambios políticos, económicos, sociales y costos que trajo consigo dicho sistema.