En este foro, distintos profesionales expresan sus opiniones sobre la inmortalidad, los límites del ser humano y la evolución a través de la tecnología. Luis Ayala y Julio Gutiérrez moderan el panel y presentan fragmentos de películas donde se ha tocado el tema de la inmortalidad de diversas maneras.

Roberto Blum plantea la idea de la convivencia entre seres humanos y las máquinas, y cómo en el futuro, las mismas pueden llegar a ser más inteligentes y trascender a una explosión de conocimientos que el cerebro humano aún no es capaz de visualizar; asimismo, habla de la posibilidad de que la máquina tenga conciencia y comenta sobre la nanotecnología, la clonación y la teletransportación.

Zahra Figueredo (inglés) explica la inmortalidad desde un punto de vista biológico; refiere que transferir nuestra conciencia a una máquina no es necesariamenta inmortalidad, pues no se trataría de un ser humano real. Explica su investigación sobre células madre y cómo se podría llegar a ser inmortal con nuestro cuerpo físico; sin embargo, también plantea las preguntas sobre si los científicos son arrogantes al jugar a ser Dios porque pueden modificar las células, y si en realidad al crear un clon, éste será exactamente la misma persona de donde se sacaron las células o es un individuo distinto, con diferentes características y personalidad.

Mario Hernández habla del concepto de inmortalidad a través de ideas metafísicas, religiosas y económicas. Comenta sobre la teoría del alma a través de la física cuántica, y plantea las preguntas de si la inmortalidad fuera posible, ¿quiénes tendrían derecho a la misma? ¿cuándo se podría poner fin a esa inmortalidad?, entre otros.

Eduardo Escobar explica la inmortalidad a través del punto de vista espiritual, y comenta que la misma se reduce al grupo de los creyentes, pues es a través de la fe en una vida eterna, no corpórea, que ésta se puede llegar a alcanzar; comenta que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios y al llevar una vida con valores espirituales, el creyente al dejar su cuerpo físico (muerte) continua a una vida que trasciende la corporeidad.