New Media | 30 de marzo de 2017 | Vistas: 865
La muerte a lo largo de la historia ha estado asociada con creencias religiosas y vista como una continuación de la vida. El arqueólogo Héctor Mejía en su presentación muestra los recientes descubrimientos sobre patrones funerarios encontrados en el sitio arqueológico Reynosa, Costa Sur de Guatemala, CA.
Es curioso observar que desde épocas ancestrales existen en distintas regiones y culturas de la tierra vestigios de rituales y simbolismos relacionados con la creencia de la inmortalidad del alma, sin que existan relaciones entre unas y otras. En los pueblos prehispánicos de Mesoamérica, investigaciones arqueológicas, se han encontrado en variados contextos mortuorios las diferentes formas de enterramiento donde varían las posturas, los rituales, la orientación espacial, los objetos de ofrenda, acompañantes y otros que dependían de diversos factores sociales.
El sitio Reynosa fue descubierto en 1984 por el doctor Frederick J. Bove quien lo situó en el período Preclásico medio y su extensión es de aproximadamente dos kilómetros, pero por la actividad agrícola que se desarrolla dentro del mismo, ha sufrido cambios y daños. Explica Mejía que las primeras exploraciones revelaron tres monumentos, aunque con las investigaciones realizadas posteriormente, se pudieron encontrar otras estructuras con rasgos de la cultura olmeca, de los períodos Clásico y Preclásico temprano y Preclásico tardío.
Durante las primeras excavaciones, dentro de ese mismo contexto, fueron encontrados los primeros entierros que evidenciaron prácticas funerarias poco convencionales por la orientación, posturas y otros datos arqueológicos que dieron la idea de ser sacrificios humanos, a medida que fueron avanzando en los trabajos.
Aprende sobre las tumbas reales y entierros de la élite de Piedras Negras y las costumbres funerarias de Cancuen, en Petén, Guatemala.
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