Marcelo Loprete presenta el marco constitucional que rige el funcionamiento del mercado argentino, el cual se basaba en la defensa de la competencia, defensa del consumidor, lealtad comercial y abastecimiento. Explica que en teoría el sistema es perfecto para un buen funcionamiento económico pero el problema vino cuando legisladores en el año de 1974, con poco conocimiento de pautas de convivencia social organizadas, funcionamiento de las actividades comerciales, convirtieron esta última en una norma jurídica que da poder al legislador para regular la compraventa, permuta y localización de cosas muebles, obras y servicios que satisfagan directa o indirectamente necesidades comunes o corrientes de la población: sanidad, alimentación, vestimenta, higiene, vivienda, deporte, cultura, transporte, calefacción, refrigeración, esparcimiento, entre otras; así como penalizaciones para los infractores. 

Asimismo, menciona decisiones políticas tomadas por el Estado argentino que van en contra de las actividades del mercado y de las libertades individuales. Finalmente, menciona que ese país tuvo en el siglo pasado buenas normas que propiciaban la competencia y protegían el libre mercado, pero las a actuales han ido desincentivando la actividad económica.