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El aristotelismo cristiano medieval | Santo Tomás de Aquino

New Media UFM  | 24 de enero de 2023  | Vistas: 92

CHH Cristianismo Ética Libertad

Esta charla comienza con una introducción a las principales ideas del aristotelismo cristiano medieval, y se centra en las obras de Santo Tomás de Aquino en el siglo XII. Gabriel Zanotti, expositor, menciona que este tema se convirtió en un área de intensa discusión y desarrollo filosófico. Así, en un tiempo en el que la teología y la filosofía parecían dos aspectos completamente ajenos uno con el otro, especialmente debido a las versiones del pensamiento de Aristóteles interpretadas por filósofos islámicos, Aquino se enfrentó al desafío de lograr una reconciliación entre ambas corrientes de pensamiento; y su trabajo fue el que marcó un paso significativo en la integración de la filosofía aristotélica con la doctrina cristiana, mientras buscaba un equilibrio que permitiera la coexistencia de la fe y la razón.

Tomás de Aquino explica la idea de que la fe y la razón no son contradictorias, sino que son complementarias”. — Gabriel Zanotti

De esta manera, Aquino emprende un camino en el que buscaba alcanzar la reinterpretación de algunos conceptos claves de Aristóteles, como la metafísica, la ética y la lógica; y se proponía lograr una adaptación de estas ideas a la teología cristiana de ese entonces. Él, junto con su maestro Santo Alberto Magno, no solo abordó las discrepancias entre ambas corrientes, sino que además desarrolló una visión en el que la filosofía aristotélica podía ser armonizada con los pensamientos y valores de la doctrina cristiana. Este esfuerzo no solo expandió la comprensión filosófica de su tiempo, sino que también planteó una base para el pensamiento cristiano en la filosofía de la época medieval.

Gabriel Zanotti habla de una de las obras más conocidas de Santo Tomás de Aquino, la Summa Theologiae, en donde emplea la estructura lógica de Aristóteles para desarrollar argumentos teológicos que refuerzan la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, y la moralidad cristiana. Además, el expositor explica que, uno de los conceptos clave discutidos por Aquino es la ley natural que él interpretó como una ley inherente a la naturaleza de todos los seres vivos. Según su visión, todos los seres están sujetos a una ley natural que rige su conducta, pero, además, los seres también poseen la libre voluntad que les permite actuar de acuerdo o en contra de su propia naturaleza. Como consecuencia de este análisis, Aquino logró reconciliar la visión aristotélica de la naturaleza y la causalidad con la doctrina cristiana, al afirmar que el orden natural, creado por Dios, proporciona un marco dentro del cual los seres humanos pueden ejercer su libre albedrío, siempre aspirando al bien común.

El bien común es aquel bien que, siendo propio de la comunidad, se comparte por todos sus miembros”. — Gabriel Zanotti

Adicionalmente, Aquino hizo una distinción entre la ley natural y la ley humana, mediante la mención de que la ley humana debe adaptarse a las imperfecciones del ser humano y así centrarse en la justicia. De esta forma, Aquino desarrolló un enfoque ético en donde se destaca la importancia de la prudencia como virtud esencial para la toma de decisiones morales. Por otro lado, él mismo argumentó que la conciencia, aunque a veces pueda estar equivocada, debe ser obedecida siempre que dicha equivocación no sea resultado de una ignorancia culpable. Así, Zanotti afirma que el trabajo de Santo Tomás de Aquino enfatiza la necesidad de equilibrar los principios morales generales con las realidades específicas de cada vida humana, a la vez que se promueve una ética que busque la virtud en un contexto social y moralmente complejo.

La ley natural es accesible a la razón humana, y todos pueden participar de ella, porque todos tienen razón”. — Gabriel Zanotti

Por último, se concluye que la obra de este personaje representó un avance crucial en la historia del pensamiento occidental, tanto por su capacidad para fusionar la filosofía aristotélica, como por demostrar que la razón y la fe no solo podían coexistir de manera pacífica, sino que además se complementan mutuamente. Así, Aquino estableció un nuevo marco intelectual que permitió a la teología cristiana desarrollarse en armonía con la tradición filosófica de aquella época. Hoy en día, este enfoque sigue siendo relevante y se espera que este legado continúe con su influencia tanto en la filosofía como en la teología contemporánea.

Autor

Director académico, Instituto Acton