Gustavo Ávalos presenta un estudio sobre la escultura griega en donde muestra la relevancia que tenía la figura humana, principalmente, el desnudo masculino que según el historiador británico Charles Martin Robertson era el tema central de sus obras. Asimismo, menciona técnicas, características, materiales y herramientas que empleaban para trabajar las mismas; de las corrientes y autores escuelas que sobresalieron. Para establecer un marco temporal, describe tres etapas: 

Arcaica: se caracteriza por sus representaciones de atletas griegos, denominados kuroi y de doncellas llamadas kore, las cuales estaban influenciadas por el arte egipcio. 

Clásica: aquí se fue configurando un prototipo de belleza física en la que cobra importancia el perfil griego, aparecen las estelas funerarias, surgen los rostros inexpresivos y emotivos, se crea el género del retrato y los principales exponentes son: Policleto de Argos, Fidias, Escopas de Paros, Mirón, Praxiteles y Lisipo de Sición. 

Helenística: refleja pérdida de unidad entre idealismo y realismo para dar paso a la vertiente barroca que se constituye en la corriente central, la cual se distingue por el movimiento, la composición abierta y el ilusionismo escenográfico, entre otros. Finalmente, habla sobre los aportes del arte griego a la cultura occidental.