Fredy Kofman plantea que el precio de la inocencia es la impotencia y que culpar a otro es aceptar que no se tiene la capacidad de cambiar determinadas situaciones, porque es mucho más fácil aceptar el papel de víctima. También, enfatiza en la importancia del liderazgo, que define como la capacidad de los seres humanos para enfrentarse a las circunstancias sin miedo y de asumir las responsabilidades que les corresponden, con el fin de llegar a ser protagonistas de sus propias vidas. Asimismo, describe los valores que lo caracterizan, capacidades, forma de trabajo, espíritu y filosofía, entre otros.  Para ejemplificar realiza algunos ejercicios prácticos con los estudiantes, y afirma que el buen ejemplo es uno de los valores más importantes para llegar a ser un verdadero líder.