Teotihuacán y los mayas: implicaciones culturales

Aletse López  | 26 de julio de 2018  | Vistas: 2725

El arqueólogo, Edwin Roman, presenta en esta ocasión las conclusiones de su trabajo de investigación sobre el encuentro, una posible conquista, de Teotihuacán y los mayas alrededor del año 378 d.C. y las implicaciones culturales, arqueológicas y tácticas militares, que esto ocasionó en el área maya.

Antes del evento 378, la entrada, Roman asegura que hay evidencia de interacciones previas entre Teotihuacán y los mayas. Kaminaljuyu, por ejemplo, fue uno de los primeros lugares en dónde se empezó a encontrar vasijas y arquitectura de estilo Teotihuacano. Al igual que en Teotihuacán, una de las mejores evidencias de las interacciones con los mayas se encuentra en la pirámide del Sol, dónde se encontró cerámica maya de la época clásico temprano.

La entrada es como la plataforma del inicio del período Clásico.”

Para la entrada, la posible conquista de Teotihuacán a la región de Tikal, era importante tener alianzas a lo largo del camino, pues no habían animales de carga para recorrer los más de 1,000 kilómetros que separan las regiones. Anterior a esta época, cabe resaltar que los ocho sitios más cercanos a Tikal permanecían en constante guerra y justo luego de la entrada, dedicaron sus recursos humanos al arte en lugar de las guerras, por lo que es probable que la conquista haya creado un período de paz relativa que duró 100 años.

Tikal salió afectado por el cambio político, pero a la vez es como un ganador porque sus ideas centrales se expanden hasta Yucatán.”

Durante la paz relativa, las expansiones del Petén central se expanden al igual que el arte teotihuacano comienza a aparecer en sitios cercanos a Tikal. La paz comienza a disolverse cuando Tikal pierde a su máximo aliado en 530 d.C durante la quema de sus estructuras y arte en una posible guerra civil.

Roman termina señalando que la entrada es un evento histórico importante donde no hay sólo un actor, sino que se tiene a muchos sitios que mantienen una conversación entre ellos, por lo que se mantuvo en la memoria colectiva de la sociedad maya y se aprecia en la cerámica encontrada en el Santo Domingo que data de la época del Clásico tardío.