Apple, fundada por Steve Jobs, demandó a Samsung, empresa coreana, quien utilizó en sus teléfonos características que fueron patentadas en Estados Unidos por el creador del iPhone y el iPad. Samsung respondió con otra denuncia alegando que Apple se había beneficiado de tecnología desarrollada por esa empresa y que también debían pagar por ello. Además, argumentaron que los diseños de Apple no son tan exclusivos como para decir que fueron copiados, entre otros alegatos que llevaron a la Corte.

Moris Polanco, desde la perspectiva de la ética kantiana, ética aristotélica y de la regla de oro, habla sobre el debate entre ambas empresas; Julio H. Cole opina sobre la adjudicación de patentes y criterios que deberían emplear los inspectores de las mismas; Diego Aycinena, con base en el análisis económico, plantea las deficiencias del sistema actual de patentes que desincentivan la innovación; Rodrigo Blanco menciona la importancia de respetar las patentes para fomentar los inventos; Álvaro Figueredo menciona los aspectos positivos y negativos de las patentes y de las implicaciones del desarrollo de las tecnologías, entre otros, y Helmuth Chávez menciona el conflicto que existe en este caso en donde es complicado establecer derechos de propiedad, dado que es difícil plantear innovaciones en ese campo tecnológico tan complejo.