Sophia Rossell | 29 de junio de 2021 | Vistas: 163
Olav Dirkmaat, director de CADEP UFM, Miguel Anxo Bastos, Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales, y Eduardo Fernández Luiña, Doctor en Ciencia Política, se reúnen en esta conversación para discutir sobre cómo se comparan los miniestados y el anarquismo.
Olav sugiere que del anarquismo surgen pequeñas comunidades autónomas donde la gente puede vivir con autoridad pero también tienen la libertad de cambiarse de comunidad. Miguel Bastos aporta a esta idea explicando que el individuo no vive de forma solitaria, que siempre tiene algún tipo de comunidad y cuando estas son muy pequeñas pueden ser difíciles de diferenciarse de una anarquía. Agrega que no hay una escala mínima del miniestado. Eduardo expone que existen muchos tipos de Estados y no todos los miniestados son anarquías, ya que algunos poseen planificación central entre otras características que los diferencian. También explica que las unidades pequeñas ayudan con la integración de comunidades porque necesitan comerciar para satisfacer las necesidades de la comunidad.
El alcance del poder es mucho menor que un Estado”. – Miguel Angel Bastos
Eduardo establece que las comunidades confían en su gobierno local, independientemente de los problemas que están atravesando debido a la cercanía. Bastos añade que esto forma parte de la fragmentación y que suele funcionar mejor que tener un gobierno centralizado. Olav introduce una variante, el factor militar, y cómo esto puede afectar a los miniestados haciéndolos menos viables. Bastos indica que no los hace menos viables porque hay miniestados que logran subsistir a través de acuerdos e intercambios. Eduardo concuerda que siempre hay una forma de que los miniestados sobrevivan aplicando las relaciones diplomáticas y creando asociaciones para defender y permanecer a flote. También menciona que hay tropas privadas a las que se pueden acudir, aunque es criticable pero Bastos argumenta que se puede hacer.
En caso los caminos diplomáticos no sirvan, existe la vía de las relaciones diplomáticas para defenderse y se puede construir una asociación, en caso eso fracase hay tropas privadas”. – Eduardo Fernández Luiña
Para finalizar, todos discuten sobre la tecnología y cómo puede afectar a los miniestados. Eduardo opina que la tecnología es una herramienta, que se puede utilizar para otorgar más libertad o para controlar a todos los que la poseen. Bastos añade a este dato con el ejemplo de la imprenta y como cualquier cosa puede ser utilizada para lo que el fundador quiera utilizarlo. Olav termina mencionando que el Estado siempre busca apoderarse de la innovación y seguir teniendo a las personas en control, a lo que Eduardo agrega que el Estado falla y no es perfecto.
Doctor en Economía
Doctor en Ciencia Política y profesor UFM
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales
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Universidad Francisco Marroquín