Viktor Frankl, fundador de la Logoterapia, estuvo de visita en la Universidad Francisco Marroquín en 1985 compartiendo ideas sobre su aporte a la psicoterapia, que propone dar un sentido a la existencia humana.  Cabe mencionar que Frankl fue prisionero en un campo de concentración donde comenzó a desarrollar esta idea que le permitió sobrevivir al Holocausto, la cual explica en su libro El hombre en busca de sentido.   En su presentación plantea que la falta de significado, para los seres humanos, provoca un sentimiento de vacío existencial que se está extendiendo en todo el planeta y que es necesario enfrentar, porque el mismo se manifiesta con aburrimiento y apatía hasta llegar al suicidio pues las personas, a menudo jóvenes, pierden el interés por lo que está ocurriendo a su alrededor.