Favio Mazariegos | 09 de julio de 2021 | Vistas: 262
Doctores especialistas en cáncer infantil de la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica de Guatemala (UNOP), se unieron en esta UFM Talk para compartir sus conocimientos sobre masas mediastinales y retinoblastomas, Mauricio Castellanos y Verónica Girón fueron los encargados de responder si estos tumores deben operarse.
Mauricio define el mediastino como la región anatómica ubicada entre el esternón y la columna vertebral, en el sentido anteroposterior y recomienda que al sacar la radiografía de tórax se observen en primera instancia las vías respiratorias para asegurarse de que no hay obstrucción de las mismas. El mediastino se divide en 4: anterior, posterior, medio y superior, el mediastino anterior es todo lo que se sitúa por encima y delante de la silueta cardíaca, ahí encontramos el timo, tiroides, paratiroides, arco aórtico y ramas principales, las venas innominadas, ganglios y vasos linfáticos.
Es importante saber la ubicación exacta de la masa, para brindar el tratamiento más adecuado”. — Mauricio Castellanos.
En el mediastino medio está el corazón, pericardio, tráquea, bronquios principales, hilio pulmonar, nervios vago y frénico y los ganglios linfáticos. El mediastino posterior incluye el esófago, la aorta descendente, las venas ácigos, el conducto torácico, el nervio vago, las cadenas simpáticas y los ganglios linfáticos. Para referir a un paciente se mide el tamaño de la masa a través de la radiografía de tórax, se mide a nivel de los diafragmas y si la diferencia entre ambos es de 0.33 se trata de una masa mediastinal, ésta fórmula es objetiva y esencial para referir de inmediato al paciente.
Verónica explica el tema de retinoblastoma como un tumor maligno de las células primitivas de la retina sensorial. Es el tumor del ojo más común de la niñez que puede proceder de un foco único o múltiples en uno o ambos ojos y tiene una variable de la tasa de crecimiento. Es mucho más común en países desarrollados y tiene 2 presentaciones clínicas: En el 40 % de los casos es hereditario, bilateral y multifocal y en el 60 % es No-hereditario, unilateral y unifocal. Una de las pruebas que se hacen para detectar de forma temprana los retinoblastomas es la evaluación del reflejo rojo, la cual debe hacerse en las primeras 48 horas de vida, a las 6 semanas de vida y por lo menos una evaluación en los primeros 2 años de vida.
Lo ideal es que en las consultas con el pediatra, haga la evaluación del reflejo rojo, de un modo rutinario con todos sus pacientes.”. — Verónica Girón.
Verónica comparte que el padre de 2 hijos con retinoblastomas desarrolló una aplicación que detecta el reflejo rojo anormal, por lo que cada vez es más accesible realizar esta evaluación. Ambos doctores coinciden en que el cáncer infantil se cura cuando se detecta de forma temprana.
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Hematoncóloga pediatra, UNOP
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