Francisco Estrada-Belli plantea un debate que existe en la arqueología maya sobre las relaciones entre reinos de Tikal y Teotihuacán. Explica que con base en descubrimientos se ha comprobado que fue a partir del siglo IV d.C. Período Clásico Temprano donde aparecen en sitios mayas elementos de la cultura teotihuacana (vestimentas de nobles, alfarería y registros de eventos históricos en edificaciones, monumentos, pinturas murales y piezas cerámicas, que se encontraron en entierros de reyes). Con base en la reconstrucción arqueológica que se realizó, se cree que grupos de guerreros y nobles teotihuacanos llegaron a Tikal y allí instituyeron una dinastía amistosa, con ejércitos del lugar, estableciendo así centros de poder afiliados, que se extendieron a lo largo de la ruta Este, Oeste, Norte Sur de esa región.